Publicado: 01/10/2014 - Actualizado: 05/10/2017
Autor: K. Laura Garcés
Un niño deprimido no es lo mismo que un niño triste. Estar triste por perder una mascota o algo que queremos, o por no haber obtenido algo que queríamos, es hasta cierto punto normal. La diferencia entre la tristeza y la depresión es que la tristeza suele pasar después de un tiempo de reflexión o asimilación, mientras que la depresión es un estado constante de sentirse poco animado, con baja energía o apatía.
Contenidos
Un niño deprimido puede presentar las siguientes actitudes:
- Luce a menudo muy poco animado.
- Se queja constantemente de todo.
- Se siente agredido muy seguido por los demás
- Se siente fuera del grupo de amigos, familia, etc.
- Se irrita fácilmente y tiene bajo rendimiento escolar
- Parece que no le importa nada y todo le da lo mismo
- No tienen hambre, o comen demasiado y a todas horas
- En casos más severos: niños o jóvenes que se enferman a menudo o anémicos, que tienen pensamientos acerca de la muerte o ansiedad constante. También pueden presentar intranquilidad para dormir.
Si tienes un joven o niño en casa con estas actitudes, lo más seguro es que este deprimido. Y lo primero que debes hacer en casa o la escuela, es no tomar esto como si fuese un problema grave o serio, porque el niño o joven asi lo sentirá y no ayudará.
¿Qué hacer con un niño o joven deprimido?
1. Tu actitud es lo primero.
Ten consciencia de que lo más importante es que el joven aprenda a resolverse a si mismo, y no que tu le resuelvas. Esto le ayudara a empezar a sentirse fuerte y valorado. Puedes acompañar y guiar, pero evita sentirte el responsable o el que soluciona, no seas insistente en poner al niño o joven de buenas, porque esta no es realmente responsabilidad tuya, es la de él. El muchacho tiene que aprender a encontrar su propio sentido y ánimo en la vida. Si insistes mucho en decir o hacer cosas para animarlo, el pensara que tu eres el responsable, o que los demás lo son, además sentirá que el no puede ponerse por si solo de buenas o animarse, o encontrar su propio sentido, lo cual puede causarle mayor frustración y un sentimiento de inutilidad.
2. El muchacho es el responsable de lo que siente:
Si le haces consciencia al jóven que sus emociones de depresión apatía o desgano son su responsabilidad, entonces le estarás abriendo como principio el entusiasmo de descubrirse a si mismo. Hazle preguntas sobre que piensa de los amigos, de la familia, del mundo. Sobre todo, pregúntale de si mismo, cómo se siente en su escuela., con su familia, etc. Hazle saber algún relato tuyo que sea sincero y real, dónde estuviste deprimida o deprimido, y como lo resolviste. Muchas de las razones de la depresión es información que no se sabe como resolver y confunde o duele.
3. Acompáñalo con sabiduría:
A un niño deprimido puedes ayudarlo bastante bien haciéndole preguntas de exploración. Por ejemplo: “¿Cómo te sientes? ¿Por qué? ¿Qué crees que puedes hacer para que te sientas más animado? » Antes de que le propongas cosas o le des soluciones. deja que el las explore. Luego, puedes darle tu opinión.: “Bueno, yo a veces me siento sin ganas de nada. Pero luego me quedo pensando en que es lo que me gustaría hacer o que me hace feliz, y me empiezo a animar con ideas”. Tu opinión siempre debe estar acompañada de una pregunta para él: “¿Y a ti que te gusta?” “Yo creo que tienes talento para …. ¿Tú qué opinas?” Si su respuesta es apática o evasiva, como: “Nada” “No se” “ No me importa” “No me gusta”, etc. Entonces debes dejar de insistir en ese momento. Pero no le resuelvas, no optes por ir al cine o comprar algo o darle alguna cosa para que este bien o distraerlo. Porque entonces le estás diciendo de alguna forma que debe de encontrar la alegría y la paz afuera, en cosas pasajeras, que a final de cuentas cuando pasan no causaron sino quizá más depresión o desgano.
4. Explora su mundo interno
Muchos niños pueden tomar estas actitudes cuando viven cosas que no les están gustando y que no saben cómo resolver o como transformarlas. En este caso, cuéntale de repente cosas que a ti te hayan pasado (que sean honestas), y lo que sentiste en ese momento. Esto abrirá un canal de confianza entre tu y él. Por ejemplo: “Fíjate que cuando yo tenía tu edad, alguien me molestaba en la escuela y no sabía qué hacer. ¿Y qué crees que hice? (Y dejas que el explore alguna alternativa). Luego, le cuentas: “Bueno, pues al principio me aguantaba porque creía que nadie me hacía caso, pero luego…” Y le cuentas la forma en cómo tu lo resolvías, y el resultado que obtuviste. Esto lo puedes hacer a la hora de la comida, antes de dormir, si están esperando en alguna fila. Es muy importante que estos muchachos sientan confianza contigo y que les permitas expresar lo que sientes sin juzgarlos.
5. Evita el elogio cuando este deprimido o apático
Cuando un joven está deprimido, muchas veces corremos a decirle muchas cosas para animarlo: “Tu eres muy valioso” “Tu eres un gran chico” “Te quiero mucho”, etc. Los elogios en este momento pueden provocar mas frustración en el niño. De alguna forma se el puede comprender esto como: “Pues me quieres, pero tú ves algo que yo, ni los demás, ven en mi”. Se podría distanciar más porque puede sentir el elogio falso. En este caso, lo mejor es ayudarle a que el se perciba. Por ejemplo. Si dice “Soy un tonto”, tu dile: “¿Por qué crees eso?” “¿Quién lo dice?” “¿Y tú crees que es cierto?”. Si, por otro lado, te dice que no tiene amigos, dile: “¿Y te gustaría tenerlos?” “¿Qué puedes hacer para eso?” Lo que importa aquí es que el aprenda a percibirse y a reflexionar en lo que los demás dicen y piensan de él. Aquí no importa lo que tu ves o quieres ver en el, sino lo que el aprende a ver en si mismo.
-
MAS EN VIVIR SABIAMENTEEnfermedades Mensajeras: escucha su Mensaje de Reconexión y sana tu cuerpo
Si practicas estos puntos, veras como el muchacho poco a poco puede empezará a sentirse más animado y quizá participativo, pues le estarás ayudando a tener más confianza en si mismo y a tener una percepción más clara de sí mismo y de cómo puede influir en su entorno.
Si tu hijo tiene pensamientos malos o suele ser decadente en su forma de ver las cosas, te sugiero ponerle el ejercicio que explica el video a continuación…
-
MAS EN VIVIR SABIAMENTEMiedo: Transfórmalo con Sabiduría Emocional
Acerca del autor