Publicado: 07/02/2017 - Actualizado: 09/02/2017
Autor: K. Laura Garcés
Cambiar una memoria o experiencia pasada puede en verdad ser el punto clave para sanar a profundidad y lograr un flujo de abundancia o de los sueños o cosas que queremos. La meditación es, en cierto sentido, una forma de contemplar y volver conscientes sucesos, emociones o experiencias pasadas que guardamos y que aunque no las recordemos, nos influyen causando en nuestra vida presente limitación, carencia o enfermedad. La meditación subconsciente, por otro lado, nos ayuda no sólo a ser conscientes de estas emociones y experiencias, sino que nos ayuda a reconstruir la información pasada de forma que esta se vuelva nutritiva a nuestro espíritu y vida mediante la comprensión, misma que logra una sincera y verdadera re programación de nuestras creencias y pensamientos o formas de ver la vida.
El pasado no pasa hasta que realmente lo dejamos pasar…
Hay memorias y recuerdos que aunque estén en pasado o tiempo atrás, están muy presentes aún en nuestra vida. El pasado no pasa hasta que realmente lo dejamos pasar, y esto se logra cuando dejamos fluir la emoción sincera que sentimos con cierta persona o situación y podemos aprender de lo vivido y trascenderlo hacia un aspecto que nos nutra, en lugar de desnutrirnos.
Todas las enfermedades, carencias y limitaciones están en pasado, es decir, que aun seguimos programaciones y creencias limitantes que resuenan en nuestro cuerpo y vida. Una creencia o pensamiento no se cambia tan fácilmente con lo que sentimos es un pensamiento positivo. Una verdadera re programación se logra mediante una nueva comprensión.
¿Se puede cambiar el pasado?
El pasado se puede cambiar en el momento en que cambiamos la forma de ver las cosas. A veces cuando miramos hacia atrás nos vemos con dolor, limitación, enojo o como víctimas de una situación o persona. Ser una víctima de algo significa que le hemos dado el poder a esa persona o experiencia de nuestra felicidad y libertad. Realmente nadie nos puede quitar nuestro derecho a la felicidad. Mientras tengamos la habilidad de ver y comprender, nuestro espíritu se enriquece y nos volvemos poderosos, con la habilidad, fuerza y entendimiento para sanar nuestros cuerpos, finanzas, relaciones y hacer de la vida algo más profundo y grandioso.
Date tiempo para crecer y cultivar tu poder
Toma unos minutos al día y date la oportunidad de observarte a ti mismo, a ti misma, de nutrirte con lo que sientes realmente, con lo que quisieras ser y dejar atrás. Tantas cosas hay en este mundo que nos distraen de lo esencial, muchas demandas sociales, muchas cosas que deberíamos ser y hacer, y actitudes repetimos de forma mecánica, como por ejemplo, el hábito de criticarnos a nosotros mismos, de sentirnos inseguros, de aguantar situaciones que ya no queremos porque a cambio obtenemos algo, ya sea reconocimiento, apoyo, amor, dinero, etc., y todo esto nos aleja de un contacto profundo con lo que realmente queremos, y sentimos.
Actuar de forma mecánica no nutre el espíritu
Actuar mecánicamente sólo lleva a soledad, aislamiento, dolor y una sensación de abandono. Hay muchas actitudes y actividades mecánicas que provocan que rezaguemos nuestro verdadero poder. Día a día sentimos cosas que por las prisas y demandas sociales no atendemos, y estas se van acumulando en nuestro cuerpo en forma de estrés, causando enfermedades y mal humor, cansancio o tristeza sin causa aparente, dolor y debilidad, entre otras cosas.
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Puedes usar a meditación que a continuación te comparto para que puedas empezar a sanar a raíz aquellas programaciones o creencias que tenemos desde niños, puedas empezar a verlas desde una nueva comprensión y lograr realmente un efecto resonancia en tu vida presente, y no dejar que el pasado afecte tu vida presente. Si practicas con constancia esta meditación, te empezarás a sentir cada día con más seguridad, comprensión y poder creativo.
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