Publicado: 07/01/2016 - Actualizado: 25/04/2018
Se fue. Se terminó. Se ha ido. Me siento vacío y sin mucho sentido. Cómo enfrentar esa pérdida ¿Sientes que la alegría, el amor y el sentido han volado de tu vida? ¿Perdiste un amigo, tu pareja, un buen trabajo? ¿Has perdido la confianza, el ánimo o la esperanza?
Durante toda nuestra vida nos enfrentamos a varias pérdidas, desde un globo, un juguete o un juego, hasta amigos, parejas, familiares que se alejan o se van de nuestro lado ya sea por seguir sus vidas, por trabajo, por enfermedad, muerte, etc. También perdemos bienes materiales, trabajo, proyectos y hasta nuestras mascotas, y todo esto nos hace perder ilusiones, esperanzas y sentido.
La pérdida nos puede provocar cantidad de emociones y de muchas intensidades: la tristeza, el desánimo y la falta de sentido son las más comunes cuando perdemos algo que consideramos realmente importante o esencial en nuestra vida. Y entre más importante sea para nosotros algo o alguien, más acentuado o intenso puede ser el dolor y la emoción de pérdida.
Contenidos
El dolor de la pérdida: el momento del desahogo
Es momento de no pensar, de no intentar, de no razonar: desahógate. Cuando se pierde algo, hay que desahogar la emoción tal cual se siente, sin juzgarla ni negarla ni reprimirla.
Llora, enójate, expresa y siente…
Si hay ganas de llorar, llora. Si hay enojo, si hay desilusión profunda, esta debe soltarse espontáneamente. No trates en este momento de pensar ni razonar por qué o para qué te ha pasado eso, porque no llegarás a ningún lado. Lo mejor es expresar en un lugar a solas y de forma verbal, las cosas que sientes ahora, el enojo, el miedo a lo que sigue, la desilusión o cualquier emoción que sientas. Se muy fluido y espontáneo, no te limites, di lo que sientes y deja que la emoción se desborde, si tienes enojo puedes golpear algún cojín, o sal a caminar y olvídate de todo. A veces, el dolor es fuerte: no lo juzgues ni le huyas, deja que “queme” la emoción y fluya.
Si sientes no te puedes desahogar o estás muy contenido, “trabado”, debes tratar de escribir esto. Toma la pluma y permite que simplemente se mueva sobre el papel, escribe lo que primero te venga a la mente, si no puedes decir nada solo deja que salga poco a poco el sentimiento escribiendo cualquier cosa que sientas. Si aun te cuesta, trata de escribirle una carta a lo que has perdido, expresándole lo que sientes, lo que te hubiera gustado, lo que no entiendes. Si hay reclamos, debes hacerlos en cualquier caso.
Desahogo: limpiando tu corazón
El desahogo tiene una misión importante: hacerte consciente de emociones que quizá han estado ahí toda tu vida, pero nunca habían sido liberadas con fuerza ni con consciencia. A veces hemos guardado enojos, hay mucho miedo o tensión dentro que no queremos ver, aceptar desde mucho tiempo atrás, porque simplemente no hemos sabido qué hacer con estos sentimientos o los hemos juzgado como malos.
Así que cuando perdemos algo, estos sentimientos nos zangolotean con fuerza por dentro, se juntan y quieren salir como un rio que se desborda. Debes dejarlos salir tal cual los sientes, siempre en un lugar a solas y donde no te dañes ni dañes a terceros, porque en ciertas ocasiones el enojo que provoca una perdida puede ser fuerte y hacernos perder la razón, cosa que si se debe de hacer, pero tú a solas, si sientes incluso violencia contra alguien, debes soltarla o escribirla, dejar que fluya lo que sea que sientas tal cual es y sin juzgar lo que piensas o sientes como malo.
El desahogo profundo y sincero limpiara no sólo la herida de pérdida de ahora, sino heridas muy hondas y viejas guardadas en el corazón, sentimientos de abandono de otras personas que nunca pudiste desahogar, pérdida de afecto, de valor, de importancia en experiencias pasadas que muy probablemente estaban rezagadas en ti y que te estaban impidiendo ser feliz o disfrutar la vida de formas más plenas. Muchas veces no nos damos cuenta, pero nos estamos resistiendo a no sentir, a no vivir ciertas emociones. Viene algo, nos zangolotea, y nos muestra nuestros verdaderos sentimientos. La pérdida, por lo general, nos enfrenta a experiencias no sanadas ni comprendidas.
Corazón en paz
La paz significa que emociones en ti, guardadas y no conscientes, empiezan a salir a la luz, y a ser conscientes. Te descargas emocionalmente. Ese es el inicio de la paz. Si la emoción que surge ahora no está bien desahogada y liberada, será muy difícil o tardara más tiempo empezar de nuevo a reorganizar la vida, y a encontrar nuevos sentidos.
Dejar ir
Dejar ir es una palabra que a muchas personas les duele incluso al solo leerla. Hay una parte de nosotros que no lo desea: se niega a aceptar la idea de otro día sin lo perdido. Y aunque la emoción ya se haya desahogado, hay una falta de ánimo a seguir. Cuesta aceptar el cambio. Decir adiós.
El duelo es una cuestión de tiempo, y una sanación profunda se logra con comprensión. Poco a poco llegara, sobre todo si te permites simplemente fluir hacia donde ahora tu corazón te sugiera, y entre más amoroso seas contigo en este momento, más rápido se irá el dolor. A veces la culpa se instala en el corazón y uno piensa no hizo o dio suficiente, o que hubo descuidos, falta de atención. Ahra es el momento de empezar a revalorar tus actitudes, pero sin culpa, porque recuerda que el juicio solo te daña y estanca, y la culpa no es sino un autocastigo que te causa mucho dolor y frsutración. Recuerda que estas aprendiendo a amar, asi que no importa lo que hayas o no hayas hecho, ahora es el momento de dar un paso más a cosas más grandiosas.
En lo que creemos es un error hay gran sabiduria.
Pérdida de la pareja
En cuestiones de pérdida de pareja, por ejemplo, cuando la relación se rompe, nunca sucede esto de un día al otro. A veces nos aferramos a cosas que ya no eran ni son, que habían cambiado, que ya no estaban ni estan, y tratamos de mantenerlas en un autoengaño, porque es mejor estar «así» que perderlo, que estar solos, que enfrentar un cambio. Así que la relación se vuelve una rara costumbre de vivir separados pero ilusoriamente juntos, aguantamos y mantenemos situaciones que más bien nos generan desgaste, frustración, enfados y desilusiones silenciosas. Hay relaciones de pareja que terminaron hace años, pero se han mantenido por creencias, los hijos, la economía, proyectos. Ya no hay nada, pero te tengo. Sin embargo, este tipo de situaciones solo generan una fuga de energía, es decir, se está pero no se está, y este columpio de energía no nos deja generar cosas nuevas ni abre los espacios para que lleguen cosas nuevas.
Si hay dolor intenso cuando una relación de pareja se rompe, este es causado muchas veces por el miedo a estar solo, por el miedo a los cambios: por el miedo a no enfrentar sentimientos pasados que se estaban contendiendo. Pero sobre todo, un dolor intenso y constante, habla de apego.
Apegos
El apego no es otra cosa que: he puesto mi felicidad en ti (o en lo perdido).
A veces, el apego se confunde con el amor. Pensamos que el dolor es amor, pero en realidad es sólo que nuestra felicidad dependía de estar con esa persona, porque esta nos inspiraba o le daba sentido a nuestra vida. Peleamos, discutimos, no estamos: pero eso le da sentido a la vida. Cuando perdemos, perdemos también el sentido, queda ese «vacío». Y el vacío se llama dolor.
Este dolor también puede suceder cuando perdemos un amigo, un familiar, una mascota o trabajo que le daba sentido a nuestra vida.
Uno no lo nota, pero cuando nuestra felicidad empieza a depender de algo externo, la vida parece quitárnoslo u alejarlo de nosotros, como si nos quisiera decir: “¡Hey, mira, ahí no está la felicidad!”.
Muchos quizá habrán escuchado que la felicidad esta en uno mismo. Pero hay tantas cosas allá afuera que nos distraen de esto. Pensamos que la felicidad o estar “completos” depende de encontrar la pareja ideal, de tener dinero, de ser queridos y aceptados por los demás. Y entre más tenemos esta idea, más parece que sufriremos las pérdidas, porque nuestra felicidad no esta sustentada en algo sólido dentro de uno, sino en muchas cosas externas.
Ana y Juan
En una pareja, por ejemplo, y de forma inconsciente, uno puede sentir cuando alguno de los dos ha puesto su felicidad en el otro. Juan quiere a Ana, pero Ana empieza a poner su felicidad en Juan, lo admira, Ana ve en Juan mucho de lo que ella quisiera ser, tener o hacer. La admiración es una parte del amor. Pero Juan poco a poco empieza a perder interés, siente pierde las ganas de estar con ella, y Ana empieza a hacer muchas cosas para no perderlo. Ana piensa que es por amor, hacer cosas por el otro, pero en el fondo es miedo lo que tiene, miedo a no perder el sentido que Juan le da a su vida porque Juan le refleja muchas cosas hermosas que ella siento no posee.
Juan, por otro lado, está buscando compartir la felicidad con Ana, pero de alguna forma percibe que Ana no es feliz, que quizá no se quiere, siente que “no está en casa”, es decir, que vive en función de él, y esto no le gusta a Juan porque puede pensar dos cosas:
- “Yo quería compartir la vida con alguien feliz, no que alguien me hiciera feliz. Yo soy feliz”.
- “Ana depende de mí para estar bien. Eso no me gusta, porque yo no sé estar bien. Así que Ana no es buena para mi”
Un día Juan rompe con Ana y ella sufre mucho. No entiende qué pasó, si dió todo por Juan. Y lo perdió.
¿Qué pasó? Así es. Puso su felicidad en Juan.
Dejando ir
Si deseas curar tu corazón de alguna pérdida, necesitas empezar por reconocer que cosas sientes que realmente has perdido sin considerar lo perdido.
Por ejemplo:
“Siento he perdido el sentido”
“Siento he perdido la esperanza o las ganas de vivir”
“Siento he perdido mis sueños, mis ilusiones, mi corazón, mi seguridad, etc”
Se honesto y te aseguro que te sorprenderás al encontrar muchas cosas que has perdido, y que no son precisamente la persona u objeto.
También puedes trabajar la pérdida de un juego, de un torneo, de dinero o de un trabajo. ¿Qué has perdido realmente?
«Siento he perdido la admiración de mis amigos»
«Siento perdí su confianza»
«Siento que perdí el elogio, amistad, aceptación de los demás»
Todo esto significa que no estabas realmente disfrutando la relación, ni el juego, ni el trabajo o lo que fuera que perdiste, porque tenias en el fondo miedo a perder. El miedo no te dejaba disfrutar.
Y cuando no disfrutas algo, el otro no puede disfrutar contigo, estás desconcentrado de lo esencial, no puedes compartir nuevas cosas ni ser creativo en la relación, en el trabajo en el juego: estás muy preocupado por perder. Y eso te desconecta.
¿Y qué sigue ahora?
Aprender a darte eso que sientes has perdido. Si no trabajas en esto y empeizas a enfocarte en darte lo que más te ha dolido perder, entonces tu corazón buscara siempre quien le pueda aportar esto, dependerá de las circunstancias externas, no podrás compartir una nueva alegría o vida con alguien, viviras con el miedo a perder o a ser abandonado, y te sentirás constantemente sin sentido y vacío de eso que perdiste.
Si has perdido muchas cosas en tu vida, es muy probable que no te has enfrentado de forma madura y consciente a este sentimiento, y quizá aun vivas en el resentimiento.
Al empezar a darte lo que sientes has perdido, no solo estarás curando tu corazón, sino estarás curando muchas vivencias pasadas que te han generado esos miedos y esa sensación de dolor y abandono que sientes cuando pierdes algo.
Tienes que aprender a empujarte e inspirarte con la fuerza que hay dentro de ti.
Así que es momento de dejar atrás de una vez todo eso que ha lastimado tu corazón. Ve en busca de una nueva alegría y aprende a encontrar la alegría dentro de ti,donde hay una energia creadora llena de potenciales y poderes que no conoces. Y este es un despertar espiritual que se logra con mucha intensión. Si empiezas hoy mismo, veras como poco a poco un dia el dolor ya no dolerá, porque se habrá convertido en amor.
Llénate de ti mismo, de ti misma, y nunca podrás perder nada, porque… ¿qué podrias perder si lo tienes todo?Es entonces que empezaras a disfrutar de nuevas sensaciones, emociones y experiencias. Y el amor si que llegara a tu vida.
¿Qué puedes perder con empezar a ver las cosas de forma diferente, y empezar a darte lo que mas te duele has perdido?
Nada. Sólo perderás la duda. Y la duda es lo único que te gustara perder en esta vida.
No conocí a mi padre, ni supe, nadie me lo dijo cuando fallecio, lo supe por internet, ni siquiera se si verdaderamente quien dicen fue mi padre era mi padre. Ahora no se si mi madre vive, mi hermanastra y su pareja me impiden todo contacto, y la justicia -a quien recurrí fue un fracaso- no puedo elaborar los duelos, porque nada cierto se, lo presumo por las edades. Encuentro en mis mascotas la protección y el amor, y perderlos es terrible. Sigo haciendo y sacando fuerzas, pero me siento destruida, no comprendo la causa del daño que me ocasiona mi hermanastra y su pareja, hubiera desedo despedirme de mi madre con amor.
Qué puedo hacer para superar mi vacio afectivo?
Hola Adriana,
Todo lo que nos pasa, por más terrible o triste que parezcan tiene la finalidad de ayudarnos a conectarnos de nuevo con nosotros y entendernos de forma más profunda. Te sugiero que antes que nada revises este video, el cual te ayudara a sanar tu corazón a profundidad y a liberar enojo y estrés que no sirven si no se comprenden. El video esta enfocado a la sanción del cuerpo pero sin duda sana heridas y te ayudara a comprender. Haz este ejercicio y cuando termines me dices para guiarte en lo que sigue. Confía en ti. Venimos a este planeta a crecer espiritualmente y a conocer lo que es el amor, todo esto sin duda te llevara a cosas grandiosas si tienes fe, paciencia y amor por ti.
Hola Laura está muy bueno este blog siempre me tomo un tiempo para leer lo que publicas.
No se si viene al caso, pero últimamente me siento muy solo, no sé, siento que mi familia no me da el cariño que necesito, más bien el cariño que me dan es un poco superficial, robótico. Soy consciente que no tengo que depender de nadie, pero vamos, que estoy confundido. Dicen que todo lo que necesito está en mí, pero no puedo evitar sentir esto. sin darme cuenta empecé a volverme más frío, ya no siento las cosas como antes, pero lo hice inconscientemente para no sufrir por eso.
Estoy harto de tener que hacerme el «fuerte», «el que no necesita de nadie para estar bien», por dentro necesito atención, necesito algo más que solo un «abrazo mecánico».
Antes era una persona con mucha sensibilidad, podía sentir todo lo que pasaba a mi alrededor, lo que hacía, disfrutaba todo de forma muy profunda. Pero ahora hace tiempo que ya no me emociono por algo, ya no me enojo, ni tampoco me pongo feliz, estoy como desconectado, ya no me sale llorar, me siento un monstruo. He intentado hacer cosas que hacía antes y que me producían mucha emoción, pero ya no las siento así. Deseo ser esa persona emotiva que era antes.
¿Que consejo me darías?
Hola, este texto que habla del apego dolor y sanacion, me toca en muchos puntos, donde estoy experimentando estas emociones.
Hace unos pocos dias desencarno un ser que formo parte de mi vida.
Me estaba preparando para este momento, pero nunca se esta listo, y me ha causado mucho dolor.
Como bien dice el texto, vienen los momentos de culpa por lo que no se hizo o debio hacer, buscamos culpables.
Era mi expareja, y hace años estabamos separados. Pero no habiamos puesto un punto final. Yo no hice ese duelo que debe haber siempre, pues el nunca acepto esa separacion, y yo siempre pendiente de su bienestar, siempre acompañandole en sus momentos de emfermedad. Aun asi separados habia dificultades por la no afinidad de caracteres.
Vivi muchos años a su lado sin que fueramos pareja por los hijos, por el que diran, y no hay tal cosa, es simplemente un apego. Luego separacion del todo.
Hace 10 meses tuvo un ACV, que lo dejo posttrado en cama. Bueno estuve todo el tiempo apoyandole, a su lado.
Hoy estoy agradecida de Dios la vida misma, porque tuve la oportunidad de sanar heridas, entender que es el verdadero amor, que va mas alla de lo fisico, es el perdon, el reconocimiento de nuestras debilidades, nuestros puntos a favor. Preguntarme cada dia que me enamoro de esta persona. En fin hubo mucho dolor muchas lagrimas, y un amor muy puro que senti a Dios en mi. Ya no habia resentimiento, no habia quejas solo amor y agradecimiento por lo vivido y por ser un gran maestro en mi vida. Asi se lo manifeste antes de partir.
Hoy estoy un poco triste, pero en paz con la vida y muy agradecida de esta oportunidad de haber sanado mi corazon. Nos despedimos agradecidos, y este paso, no tiene precio.
Gracias a ti Laura, me enseñaste a valorarme, y pude aplicar este conocimiento. Pude sanar viejas heridas, hacer un duelo de separacion que no hice antes, y despues hacer de este momento algo muy grandioso para los dos.
Esta experiencia queria compartir.
abrazos.
Renacer, has sabido como ir incorporando este conocmiento a tu vida, y este despertar que ahora tienes refleja tu ánimo e intensión, tu amor por ti y por ir más alla de tus limitaciones y crenecias limitadas.
Ahora poco a poco empiezas a gozar no solo de salud, sino de paz, de agradecimiento, que es el lugar donde se empieza a estacionar el corazòn.
Abrazo tu gratitud y la regreso en admiración por ti, porque has sabido como encontrar la fuerza en medio de la debilidad y la limitación.
Las pérdidas no son fáciles, me ha tocado pasar algunas veces por algo asi y la verdad es que a veces estando consciente de que debo actuar de tal o cual forma, el corazón me duele y no puedo actuar como quisiera. Este rticulo es muy bueno, y auqnue ahora estoy bien, nunca es tarde para aprender como manejar estas cosas.
Y entonses que se hace con una historia asi ?? Curar que? Seria cambiar toda la historia
No es necesario cambiar la historia, sino la forma en como ves la historia.
Si te ves como victima en la historia, eso sentiras. Si te observas como alguien que aprende, eso serás. SI te observas como alguien que tiene el poder de trnsformar lo que vive, eso serás.
La historia no te hace a ti . Tu haces la historia.
Te recomiendo leas este enlace:
https://www.vivirsabiamente.com/respiracion-para-desahogar-emociones-un-apoyo-para-la-verdadera-curacion/
He ido de perdida en perdida casi toda mi vida y dejar atras no me es facil es como si el corazón se me arrancara y quedara una muerte en el cuerpo vivo y cada vez que se pierde esta diempre esa sensacion de no poder mas de que nadie sera igual a lo perdido de que ni la muerte curaria nada pirque en la muerte no encontraria lo que se me va y ntoc es solo queda seguir ahogado es como sobrevivir bajo la tierra sin saber como salur a la luz
Mucho gusto bn dia me podrian ayudar mi caso fue q cometi un pecado hace 7 años y m senti muy mal al recordarlo y siento q ese pensamuento y recuerdo no m deja vivir en paz m da ansiedad panico y angustia por favor orientameee t lo suplicoo q puedo hacer siento volverm locaas
Se q Dios ya m perdono m estoy acercando mas a Dios
Pero siento q por ese pecado q hice q no fue grande siento q el aire no m llega taquicardia
Y la cabeza muy mal como hincgada
Misha,
Es complicado hablar de pecados.Y yo te recomiendo que si tu crees en que hay pecados, y en un Dios castigador, no te limites en estas creencias. Dios es solo amor. JAmás castigaria a nadie. Dios nos da la vida para aprender, para experimentar nuestros poderes creativs, para encontrar lo que es el amor.
Nada se castiga, pero si tu lo crees, tu estas eligiendo, bajo tu libre albedrio, castigarte y sentrite mal.
Cambia tu visión de Dios. Nada que te limite puede ser Dios, porque Dios no limita, solo nos da el espacio, el tiempo y los brazos amorosos para conocer esa grandeza divina en nosotros.
Te recomiendo escribas lo que sientes hiciste «mal», y luego te observes como una niña que juega en este bello planeta a probar y vivir un plano material.
No seas dura contigo. No te castigues ni juzgues porque nadie en este universo lo hace. Cundo sinetas que algo estuvo mal dite «He aprendido de esto. Estoy en paz conmigo. Ahora, puedo ser libre de esto y seguir hacia mi siguiente experienca».
Te recomiendo leas este enlace:
https://www.vivirsabiamente.com/perdon-pero-no-hay-nadie-a-quien-perdonar/
Hola:
¿cuando siento dolor,por la pérdida de una perra que fué mi compañera durante años dándome todo su cariño en todo momento,y pasan los años y siento que no le dí suficiente tiempo por mi parte para corresponder a su incondicional cariño?
Fué especial en mis peores momentos de abandono,estando siempre cerca y dándome todo su cariño ,me dió grandes lecciones que supe aprender.
Su pérdida(egoismo por mi parte),me dejó con un sentimiento de culpabilidad,que me cuesta superar.
Un abrazo de paz
minuto
Minuto,
Tu sincero relato sin duda les un ejemplo de lo que ha pasado a muchas personas. No sólo con las mascotas, sino con los hijos, las personas que amamos, etc.
El tener un cariño incondicional y haberlo perdido, y en este momento nace la culpa de la no correspondencia: no di o fui suficiente.
Creo que para que se vaya este dolor uno debe perdonarse a si mismo. Uno esta tan distraido con tantas cosas que nos olvidamos a menudo de los que si estan cerca, sean animales, plantas o niños, los cuales a veces ciertamente no valoramos porque estamos muy ocupados llorando o recordando lo que ya no esta. Esa perrita tuvo su misión contigo y asi tuvo que ser, tal cual fue. Si aun tienes culpa por lo que no le diste no podras disfrutar de nuevos amores o de lo que si esta presente.
Añorar ausencias nos hace seres no presenciales, y esto nos disocia del presente.
Te recomiendo escribas una cartita a tu perrita expresandole tu cariño y gratitud, y luego, despidete de ella.
Si ella estuviese viendote en este momento ahi, hechada a tus pies, piensa como le gustari averte, y que te diria si le escriberas esa cartita.
Hola:
Gracias por responder a mis problemas.
Sé que no será cosa fácil,pues la quería mucho y aprendió todo lo que le enseñé con una devoción impensable.Era una perra cariñosa con todo el mundo,hasta el punto que a veces,yo,temía por ella que no le hicieran daño por lo buena que era.
Pero,cierto día me demostró,que aún siendo cariñosa,sabía distinguir.Sucedió,que estaba solo en casa con ella y un ruido me alteró(cosa extraña,pues siempre indago y no me asusto);pues bien ,yo,aquel día respondí de manera diferente a como solía hacer,es decir:Me asusté.
Mi perra que estaba conmigo y dormía,se levantó sin hacer ruido,se le erizó el pelo y se puso en posición de ataque a mi lado,mejor dicho delante de mi,si en aquel momento yo le hubiese dicho:¡Ataca!.Creo que se hubiese avalanzado sobre cualquiera que hubiese entrado en este momento,hasta el punto de dar la vida por mí.
En este momento,entró por la puerta,mi hija pequeña,que yo no esperaba a esa hora y si yo no freno a la perra creo que hubiese ocurrido una desgracia.Mi hija,por supuesto,se asustó terriblemente,pues estaba acostumbrada a jugar con ella hasta el punto de que cuando yo no estaba en casa,se la metía en la cama con ella,cosa que yo no permitía.
Era tán incondicional conmigo,que soy consciente de que no he estado a la altura de ella en cuanto a corresponder su amor por mí.
También debo decir,que cuando murió,aquella semana,todos los perros se me acercaban como consolándome,sin yo decirles nada,hasta personas que me decían que susu perros,nunca se acercaban a nadie pues eran un tanto agresivos con las personas.
Sé que era una manera de despedirse de mí y que yo no sufriera dolor por ella,pero me cuesta.
Gracias de nuevo por tu respuesta.
Un abrazo de paz.
minuto
Si realmente da pena ver personas que ya básicamente ha perdido toda su autoestima y la última pizca de dignidad, y siguen arrastrándose y aferrándose a alguien que nunca las consideró realmente en su vida. No podemos juzgar, seguramente algunos somos más fuertes que otros, no podemos aconsejar, cada quien deberá quitarse la venda de los ojos, y saber que el apego no es amor!, superarlo y seguir adelante, la vida es demasiado corta para perder el tiempo sufriendo por alguien, que no te ama.